En un juego de cuatro jugadores de Crokinole, los jugadores forman dos equipos, y cada jugador tiene 6 discos para disparar. Los compañeros de equipo se sientan directamente entre sí, fomentando la colaboración y el trabajo en equipo estratégico.
En cada turno, los jugadores apuntan al tablero, tratando de aterrizar sus discos en áreas de puntuación más altas mientras trabajan para eliminar los discos del equipo contrario. La comunicación y la estrategia son clave ya que los compañeros de equipo pueden discutir tácticas y apoyarse mutuamente durante sus turnos.
El juego progresa como giros alternativos de los jugadores, y una vez que se han jugado todos los discos, los puntajes se calculan en función del posicionamiento de los discos de cada equipo.